La presencia de mal aliento o halitosis se asocia con la presencia de determinadas sustancias derivadas de la degradación metabólica bacteriana. Este proceso tiene lugar sobre las diferentes superficies de la cavidad oral y principalmente sobre la superficie dorsal de la lengua siendo el origen más frecuente de la halitosis fisiológica.
Debemos tener en cuenta que la superficie de la lengua no es plana por lo que es una de las zonas donde más bacterias y restos de alimentos se van a acumular.
¿Que pasa si no me cepillo bien la lengua?
El cepillado de la lengua debe formar parte del los cuidados de higiene diarios y sin embargo es la parte que se olvida con más frecuencia. Numerosos estudios han demostrado una relación entre la eliminación mecánica de la superficie lingual y la reducción en los compuestos causantes del mal haliento.
Por otro lado, esta acumulación de bacterias puede ser un foco de reinfección que puede favorecer la aparición de otros problemas como la caries o las enfermedades periodontales (gingivitis o periodontitis).
¿Como debo cepillarla?
Los raspadores o limpiadores linguales son unos elementos plásticos diseñados especialmente para retirar todos los restos acumulados sobre la superficie de la lengua. El mejor momento para utilizarlos es después del cepillado y al menos una vez al día que suele ser por las noches ya que es el momento en el que disponemos de más tiempo.
Debemos realizar movimientos desde la zona más posterior hasta la punta de la lengua con varias repeticiones hasta asegurarnos de que hemos limpiado toda la superficie. Posteriormente lavaremos el raspador con agua y lo secaremos antes de guardarlo.
Podemos combinar la acción de estos raspadores con algún tipo de enjuague que nos permitan obtener una higiene bucal completa. Si tienes dudas sobre como elegir el enjugague más indicado para ti, puedes consultar a nuestro equipo que te orientará sobre los beneficios de los diferentes colutorios disponibles en el mercado.